Arca de noe -Bóveda Global de Semillas de Svalbard
La que se conoce como la “bóveda del juicio final” se construirá en el interior de una montaña en el remoto archipiélago noruego de Svalbard, cerca del polo norte, y contendrá unos tres millones de muestras de semillas procedentes de todo el mundo.
Con esta bóveda se pretende salvaguardar la agricultura del planeta de futuras catástrofes, tales como una guerra nuclear, el cambio climático o el impacto de un meteorito.
Las semillas quedarán almacenadas a 10 metros, en las profundidades de una montaña, rodeadas por muros de un metro de ancho, reforzados con cemento armado y puertas blindadas a prueba de explosiones.
Zona estable
La administración de la bóveda será llevada a cabo por el Fondo Global de Diversidad de Cosechas, fundado en 2004, y cuya misión es “preservar la diversidad de las cosechas a perpetuidad”.
Los osos polares, frecuentes en la zona, pueden servir de barrera natural contra incursiones.
Según sus promotores, el lugar escogido para la construcción de la bóveda ofrece el nivel de estabilidad requerido para un proyecto a largo plazo.
El director ejecutivo del fondo, Cary Fowler, explicó a la BBC que la zona se estudió en profundidad, “midiendo los niveles de radiación de la montaña y analizando la estructura geológica”.
Según Fowler, también se hicieron previsiones del cambio climático en un plazo de 200 años, incluyendo la posibilidad del deshielo de los dos polos y Groenlandia, para asegurarse de que en ese caso “la bóveda se encontraría por encima del nivel del agua”.
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Las semillas serán almacenadas a una temperatura de 18ºC, y aún en el caso de que los sistemas de refrigeración fallaran, el permafrost de la montaña (capa de hielo perpetua de la región) proveería refrigeración natural.
La bóveda de Svalbard actuará como el “almacén de seguridad” para la red mundial de bancos de semillas financiada por el Fondo Global de Diversidad de Cosechas.
Fuente: BBC
Tres centros de investigación de Perú, México y Colombia figuran entre las 20 instituciones donantes de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, inaugurada hoy en el Ártico, un depósito mundial de semillas de cultivos alimenticios para asegurar su supervivencia frente a cambios o catástrofes naturales.
El mexicano Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el colombiano Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú pertenecen al Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR), alianza de países, organizaciones y fundaciones privadas que apoyan a centros de investigación agrícola.
La contribución de CGIAR supone el envío de más de 200.000 duplicados de variedades de cultivos de Asia, África, América Latina y Oriente Medio, que se conservan en bancos de germoplasma.
El CIMMYT ha remitido al archipiélago noruego de Svalbard 47.000 variedades de semillas de trigo y 10.000 de maíz, lo que convierte a México en el principal proveedor de cultivos a la reserva de la Bóveda, que acoge simientes de cerca de noventa cultivos.
Desde la sede en Cali del CIAT han llegado a la bóveda casi 31.0000 muestras, incluyendo frijoles, yuca y forraje tropical.
El envío del CIAT, que posee la mayor colección mundial de muestras de estas especies, consigue que la casi totalidad de las variedades de estos cultivos en América Latina estén representadas en Svalbard.
El Centro Internacional de la Papa (CIP) de Lima aportará más de tres millones de semillas, incluyendo más de 11.000 muestras de diversas variedades de patata, camote y papa dulce.
Las muestras enviadas, en forma de semilla botánica para facilitar su conservación a largo plazo, incluyen las más representativas de diversas partes del mundo y son adaptables a diversas condiciones agroecológicas.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es un proyecto impulsado por el Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico.
La Bóveda ha sido excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar.
A la ceremonia de inauguración celebrada hoy asistieron el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y la premio Nobel de la Paz 2004, la activista keniana Wangari Maathai.
La Bóveda acogerá inicialmente 268.000 muestras distintas de semillas -la capacidad total es de 4,5 millones de muestras y unos 2.000 millones de simientes-, que permanecerán almacenadas a grados Celsius, lo que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos.
Se trata de variedades poco frecuentes o tipos tradicionales producidos en países en desarrollo, excluyendo árboles frutales y plantas medicinales, así como organismos genéticamente modificados.
Sólo en caso de que todas las fuentes de semillas de ese tipo hayan sido destruidas o se hayan agotado podrán ser extraídas del almacén, a no ser que los países donantes -que son los propietarios de las simientes- las reclamen.
Fuente: EFE
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